Fetiches Sin Portadas: Lucky Luc Nilis finalmente no tuvo suerte

A veces los caminos del futbol, también son inescrutables. En un corto espacio de tiempo, con un mismo protagonista, pueden encontrarse las dos caras del deporte. La euforia y el drama. La máxima belleza representada en un fantástico gol y una profunda aberración y rechazo que provocan una crudísima lesión.

El 9 de Septiembre de 2000, durante el Ipswicht Town – Aston Villa de la Premier League, nuestro #Fetiche Sin Portadas de esta semana, el belga Luc Nilis, se convirtió en el protagonista de las más trágicas de esas sensaciones, tras haber saboreado las mieles de la gloria. Un partido que sin duda, marcaría su carrera.

En todo caso sería injusto hablar acerca del delantero belga sólo por lo ocurrido en aquella aciaga jornada de la liga inglesa. Luc Nilis realizó méritos suficientes como para ser recordado por su indudable nivel futbolístico.

En múltiples ocasiones se ha comparado (y disculpen la osadía) a Luc Nilis con el gran delantero holandés Van Basten. Es innegable cierto paralelismo, ya que Nilis era un artista consumado a la hora de materializar increibles goles. Su golpeo de balón era sin duda una maravilla, y ejecutaba a la perfección tanto chuts de espectacular volea como precisos y ajustados lanzamientos a la escuadra de la portería rival. Su pierna derecha, incluso a veces izquierda, era a veces cañón, a veces látigo (sus lanzamientos de rosca eran antológicos) y otras veces, pura seda.

Maestro del control del esférico

Pero Luc Nilis era bastante más que un consumado goleador. En su Zonhoven natal, su padre Roger Nilis, exjugador profesional de fútbol y quien más adelante adquiriría de nuevo protagonismo, le instruyó y entrenó específicamente en la base de todo futbolista que desee ser eficaz: el control y toque de la pelota.

Sin duda el objetivo se vio cumplido ya que Luc, llamó pronto la atención de equipos mayores que el FC Winterslag de la segunda división belga. Sus números no fueron espectaculares en su primera temporada (5 goles en 22 partidos), pero se atisbaba en aquel joven de 17 años madera de crack. Con 18 años su manejo del balón y detalles técnicos eran toda una sensación, por lo que el poderoso RSC Anderlecht (si amigos, hubo un tiempo en el que el fútbol belga era referencia) decidió incorporarlo a su plantilla.

En el equipo de Bruselas Nilis coincidió con algunos de los mayores talentos del pequeño país del BENELUX, como Enzo Scifo, Marc Degryse, De Wilde… o jugadores del nivel de Milan Jankovic, Luis Oliveria (quien jugaría para Bélgica en USA´94)… todos ellos, con la baja de Scifo, tuvieron ocasión de escribir su nombre en letras de Oro si la Sampdoria de Bujadin Boskov, con los Vialli, Katanec, Lombardo, Mancini, Vierchowod no se hubiera cruzado en su camino en la final de la Recopa de 1990.

Poca fortuna como Red Devil

Si bien Luc Nilis se especializó sobremanera en el arte del golazo, a base de controles mágicos, voleas imposibles o quitando las telarañas de las porterías de la liga belga, sus registros con la selección belga distan de ser espectaculares. Hecho que posiblemente, junto con su trayectoria en ligas menores, haya sido la razón por la que Nilis no destacara en los medios de comunicación deportivos.

Con el Anderlecht nuestro #Fetiche logró 127 goles en 224 partidos, además de incontables asistencias, gracias a su precisión en el pase y excelente visión táctica. Con los Red Devils en cambio, pese a debutar muy joven (sólo disputó 3 partidos con la sub21), sus números no pasaron de discretos.

Extrañamente, Nilis nunca pareció encontrarse a gusto jugando con la camiseta roja, y su talento no acabó de salir a relucir. Especialmente ilustrativo es el hecho de que pese a debutar en el 88 con la selección, no fue hasta 1993, ante Zambia, que logró su primer gol como internacional. En total, Luc Nilis tan sólo logró 10 goles en 56 partidos como internacional.

Ronaldo: “Mi mejor pareja de ataque”

En todo caso, el caché de nuestro protagonista no hacía más que subir, merced a sus goles, y a sus múltiples asistencias. Luc Nilis tenía la capacidad de hacer mejores a sus compañeros. Los duros entrenamientos con su padre Roger habían hecho de él un exquisito futbolista al primer toque lo que unido a su excelente visión de juego, le convertían en un asistente excelso, así como una referencia a la hora de combinar para llegar al área rival.

Quizá por ello, podamos decir que Nilis fue un factor importante, para que Ronaldo Nazario, “El Fenómeno”, pudiera llegar a ser el crack que acabó siendo. No son palabras mayores. Ronaldo llegó con 18 años recién cumplidos a un PSV que debía luchar por la liga; a una ciudad diametralmente opuesta a su Brasil natal, y aquel proyecto de futbolista podía no haber sido lo que fue, si no hubiera destacado desde sus inicios.

Mucha parte de culpa la tuvo el bueno de Luc, quien en palabras de Ronaldo ha sido “el mejor jugador con el que he formado pareja de ataque”. Y es que Nilis, el otro fichaje estrella del equipo en el 94 (costó 100 millones de francos belgas), no tuvo problemas en acoger a ese joven brasileño y facilitarle la aclimatación. Y de facilitar al propio Ronaldo, “un montón de pases de gol. No dudaba en pasarme la pelota, cuando acababa de llegar, para que yo metiera pronto goles. Todo ello en beneficio del equipo. Era además una maravilla técnica, que me dejaba sensacionales asistencias”. Ronaldo estará eternamente agradecido al delantero belga, y en recientes entrevista lo prefirió a excompañeros como Figo, Romario, Djorkaeff o Zidane.

En ese sentido, Nilis encontró su rol idóneo como segundo delantero, como “el socio perfecto”. Era donde más brillaba, asistiendo y goleando, con un alto porcentaje de tantos de bellísima factura. Así que tras la marcha de Ronaldo, mantuvo su idilio con otro goleador de relumbrón en el PSV, Ruud Van Nistelrooy.

Ambos lograron hacer historia en el PSV en la temporada 1998-1999 en la que entre ambos lograron marcar 55 goles. Van Nistelrooy sumó 31 de ellos por 24 de Luc Nilis. No fue suficiente para ganar la Eredivisie, objetivo que lograron la temporada siguiente, en la que el registro de la pareja fue de nuevo letal.

El principio y el fin

Nada hacía presagiar que aquella tarde del 2 de septiembre de 2000 sería una jornada trágica para Lucky Luc. En la temporada 99-2000, tras haberlo ganado todo en Holanda con el PSV, incluido el galardón al Mejor Jugador de la Eredivisie en el 95, Nilis afrontaba una nueva aventura en su carrera.

Su fichaje por el Aston Villa de la Premier League suponía disfrutar de una nueva liga, para la que sin duda su habilidad de golpea de balón era idónea. Y en el equipo de Villa Park estaban confiados de que su asociación con el colombiano Juan Pablo Ángel, de similares características que Van Gol, podría dar el impulso necesario a un equipo que contaba con ilustres como Ginola, Paul Merson, Boateng, Vasell…

Pero Nilis sólo tuvo ocasión de participar en 3 partidos de la gran Premier. Tiempo suficiente, para marcar un auténtico golazo al Chelsea, cuya defensa salvaguardaban Lebouef y Marcel Desailly (con De Goey bajo palos). Lucky Luc elevó, con una sutil caricia con el exterior de su pierna derecha, el esférico llegado tras un centro raso desde la banda. Con este gesto técnico al alcance de pocos logró superar a Leboeuf. El delantero belga tuvo unas décimas de segundo para observar el balón, girando armónicamente en el aire, y seguramente disfrutar pensando en el  latigazo que tenía preparado. Y no dudó. El balón, que instantes antes flotaba en el campo, se introdujo con furia en la portería rival. Una delicatessen al alcance de pocos. Luc Nilis acababa de dejar su sello en la Premier.

Lamentablemente, los supporters del Villa poco pudieron disfrutar de su nuevo héroe. El 9 de septiembre de 2000, ante el Ipswicht Town, Lucky Luc dejó de serlo. Un grave encontronazo con el portero Richard Wright le rompió la pierna. El resultado, lamentablemente, fue tan espectacular como sus grandes goles. La imagen de la pierna de Nilis doblada recorrió el mundo entero. Los medios de comunicación ganaban unos segundos de atención pero el mundo del fútbol perdía a un artista.

Su padre Roger Nilis, se quejó amargamente varias veces en los medios por la actuación de Wright. Aunque Luc siempre tuvo claro que lo sucedido fue un accidente, y que el portero inglés no actuó de mala fe. Pero ya nada volvió a ser igual, y el mejor jugador con el que haya formado pareja El Fenomeno Ronaldo terminó por retirarse meses después. Aquel partido fue el principio del fin.

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